El 69.03% de la superficie de la Tierra es agua salada con una media de salinidad de los océanos es de un 3% aunque en algunos mares como el muerto asciende hasta un 33%. La sal extraída de los mares y océanos en las desalinizadoras se puede usar en las plantas termosolares mezclándolas con sales de fusión rápida como es el caso del FeCl3, cuya temperatura de fusión es de 260ºC, y con sales medias como el LiBr. Debido a sus puntos de fusión escalonados se pueden calentar más rápidamente y por lo tanto mejorar tanto el almacenamiento de energía como su aprovechamiento. Las sales se calentarán por etapas aumentando la temperatura de la mezcla y la aceleración en la fusión del resto de sales.