España cuenta con pocos datos relativos a prevención, reutilización y preparación para la reutilización de residuos, y menos incluso tratándose de aquellos específicos para determinados flujos como el textil, los voluminosos o los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). En contraposición, las distintas legislaciones y programas a nivel estatal en materia de residuos siempre apuntan este aspecto como prioritario y fundamental.
Es en este contexto que AERESS, la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria, realiza una importante labor de recogida y análisis de los datos anuales de las entidades de la red, centrándose en los dos aspectos principales que conforman su actividad y razón de ser: la labor social como sector con una importante capacidad generadora de empleo y promotora de inserción sociolaboral de personas en riesgo o situación de exclusión social; y la actividad ambiental de gestión de residuos urbanos en cumplimiento de la jerarquía de prevención, preparación para la reutilización y reciclaje. De esta forma, a través del estudio anual, la red se convierte en referencia a la hora de aportar datos tales como los porcentajes de reutilización y preparación para la reutilización de fracciones de residuos como los RAEE, el textil o los residuos voluminosos.
Contar con esta información permite, además, la elaboración de informes, posicionamientos, campañas y análisis avanzados, fundamentales para poder visualizar y promocionar la prevención y reutilización de residuos, para poder contar con datos anuales de estas actividades a nivel estatal, y para poder aportar información en las labores de incidencia política, así como de referencia para plantear objetivos a nivel normativo y evaluar su alcance. Es el caso, por ejemplo, de la constatación a partir de las cifras de la red, de la posibilidad de alcanzar un porcentaje del 5-6% de preparación para la reutilización de RAEE, una de las reivindicaciones históricas del sector.
Este análisis nos sirve también como indicador interno de mejora, así como poder establecer objetivos ambientales y sociales, tanto internos como los que se proponen a nuestros agentes clave, administraciones públicas, SIG u otras redes y entidades colaboradoras.