En el último lustro se está produciendo una progresiva atracción de las poblaciones de las ciudades hacia el medio natural con la finalidad de desarrollar competiciones deportivas y superar los retos individuales y colectivos que ofrecen los desniveles de las montañas. Éste tipo de eventos pueden ayudar a poner en valor el patrimonio natural de los territorios donde se celebran. Sin embargo, el conflicto entre uso y protección de la naturaleza está aumentando teniendo en cuenta que cada vez hay más corredores y más eventos en la montaña, en muchas ocasiones congregando a un gran número de personas en espacios sensibles.
La práctica totalidad de los Espacios Naturales Protegidos están siendo requeridos para la organización y desarrollo de estas competiciones. Sin embargo, se da la circunstancia de que una gran mayoría de los planes de uso y gestión de los Parques Nacionales y otros espacios protegidos no contemplan, por diversas circunstancias, las competiciones deportivas, existiendo en la actualidad una clara laguna normativa, así como falta o disparidad de criterios en este sentido.
En sociedades desarrolladas como la nuestra deberíamos tender a reducir al mínimo los impactos que las actividades humanas generan sobre el medio natural. En este sentido, la Evaluación Ambiental resulta indispensable para la protección del medio ambiente, facilitando la incorporación de los criterios de sostenibilidad en la toma de decisiones y garantizando una adecuada prevención de los impactos ambientales que se puedan generar, al tiempo que establece mecanismos eficaces de corrección o compensación.
La magnitud de los impactos generados es función del tipo de actividad que se desarrolle, de la frecuencia de uso, el tipo y el comportamiento de los visitantes, la estación y el momento en el que se produce el impacto, las condiciones ambientales y la distribución espacial del uso. Por lo tanto, las principales estrategias para reducir las afecciones de las carreras por montaña han de actuar sobre estos factores. Este tipo de trabajos se enmarca dentro de la denominada 'Ecología Recreativa', que se ocupa de estudiar los impactos de las actividades desarrolladas por los visitantes en los espacios naturales protegidos.
La evaluación de los impactos ambientales provocados por carreras por montaña en espacios naturales puede tener gran relevancia, puesto que pueden constituir un buen vehículo de comunicación entre los actores implicados (gestores del territorio, entidades deportivas, asociaciones conservacionistas, corredores, federaciones, etc.). Es por ello, que la presente comunicación pretende servir de base para contribuir a establecer un diálogo más objetivo y constructivo entre las partes implicadas colaborando así tanto a la conservación del medio natural como a la práctica más sostenible de este tipo de actividades.